Ja han passat 17 anys !!!!!!

Aquest matí ajudant al meu marit a baixar llibres d’una estanteria, hem trobat una carpeta que no sabiem que tenia dins. A l’obrir-la , quina sorpresa!!!! Estava plena de records escolars, quan els nostres fills participaven ens els jocs florals i guanyaven premis amb els seus contes o poesies. A part tambè hi havia una redacció amb castellà, que aquí us deixo, fent honor als Paralímpics 92.

                                                                      —  Ecos Paralímpicos —

  Según mi punto de vista como hijo de “Voluntarios Paralímpicos” fue genial.

Ya hacía tiempo, cuando mis padres iban preparando el voluntariado, me contaban sus impresiones. En el cursillo de la Cruz Roja les explicarón que nunca a un ciego se le coge de la mano, sino que se le da el hombro o el brazo para guiarlo y también cómo tenían que conducir una silla de ruedas, o cómo también tratar a un disminuido-fisico.

 Esperaba ansioso el día que tenían que empezar en la Villa Paralímpica, su misión en la Fonoteca, era informar de la música que tenían con compac-disc o vídeos musicales e instalar al atleta en su sillón correspondiente, dándole unos auriculares para escuchar la música elegida.

 Por la noche de cada día de voluntariado hablaba con ellos por teléfono y me contaban cómo les habia ido la tarde, ya que ellos estaban de 3 a 9 y media de la noche. Las anécdotas del día y cómo se entendían sin saber idiomas, mediante señas y haciendo bromas  a los atletas, mis papás se lo pasaban bien, también había atletas de habla castellana y el equipo español, con los cuales no tenían problemas.

 De cada cuatro días, descansaban uno. Pudieron conseguir para mi hermano y para mí, un pase especial de entrada. !que  nervioso estaba! aunque ya conocía un poco el mundo del disminuído físico.

 Mi padre nos enseñó las salas donde podían ir a pasarselo bien como: Videojuegos, Videocine, Fonoteca, Biblioteca, Bar-musical.

 Tuve la suerte de jugar una partida de “tejo” con un atleta de Dinamarca, el cual era enanito y le faltaban algunos dedos de la mano. !Que bien nos lo pasamos!

 Todos los voluntarios pedían a los atletas “pins” de su país y mis papás han recogido un montón, de varios países y un banderín de Cuba. Además nos llevaban por las mañanas a ver las competiciones de basquet, fútbol, natación atletismo, aquello sí que era “guay”, ver cómo se esforzaban para conseguir “records” y ganar partidos. Nosotros los animábamos mucho.

 Así transcurrieron unos días formidables.

 Aquesta redacció va ser escrita per l’Abraham, amb 12 anys. Espero que l’hi hagi quedat un bon record.

   

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